El padre de Michael Jackson era un hombre muy estricto que aplicaba castigos severos a sus hijos que llegaban al maltrato físico y emocional.
Sus hijos le tenían mucho miedo ya que él les solía pegar con el cinturón.
En entrevistas Michael afirmaba que le tenía miedo y que cuando iba a visitarlo se ponía malo y le entraban ganas de vomitar.
Michael no tuvo infancia ya desde pequeño a los 12 años ya no podía ir a ningún sitio sin guardaespaldas.
En entrevistas además ha contado que cuando el era pequeño e iba al estudio para ensayar había cerca de un parque y cuando veía a los niños divirtiéndose se echaba a llorar porque él sabía que nunca podría hacer lo mismo.